miércoles, 26 de abril de 2017

UN ANÁLISIS CRÍTICO PARA RECUPERAR EL PSOE.


Extracto de la DECLARACION aprobada en la III Conferencia Política de IS PSOE A, MARZO DE 2017.

Habría que preguntarse si, en los casi 138 años de existencia del PSOE todos los cambios realizados han servido para adecuar su organización a cada tiempo histórico para responder a los requerimientos y a las demandas de la ciudadanía en cada etapa. Y vistos los acontecimientos en los que estamos sumergidos actualmente, con la menor tasa de intención de voto de la historia democrática de España y la mayor división interna entre la militancia y la dirección, parece que la respuesta se orienta hacia que no siempre el socialismo democrático ha sabido entender e interpretar con acierto los hechos históricos de cada época.

Siendo conscientes de que el PSOE ha introducido en su dilatada historia reformas en su organización para introducir listas con representación para las minorías, regular las corrientes internas de opinión y formas de participación sectorial, en celebrar Congresos donde se elige de manera directa y separada la Secretaría General, garantizar la igualdad de género en las normas internas o celebrar primarias para elegir a la persona candidata de la Presidencia del Gobierno. No es menos cierto, que no se han realizado los cambios desde  un  análisis crítico de toda una época. Y por ello estos cambios, que debían haber supuesto la modernización del Partido y por ende de la socialdemocracia, han degenerado en la pérdida de democracia interna, (participativa y deliberativa) que nos tiene sumidos en la ruptura del reconocimiento de la militancia como unidad básica del socialismo.

Desde que Felipe González dejó de ser Secretario General en 1997, la deliberación sobre las ideas ha sido sustituida por la búsqueda de liderazgos que marcaran el camino del gobierno y hacer posible el aforismo: “somos un partido de gobierno” y para ello, se ha sorteado la definición y el límite del ideario socialista en beneficio de intereses territoriales y/o personales. Lo que ha llevado a adoptar decisiones verticales en virtud de los intereses de los territorios y sus respectivos liderazgos.

Ha cobrado fuerza la verticalidad en detrimento de la horizontalidad, es decir, la oligarquización en la toma de decisiones ha sustituido a la democracia participativa y deliberativa en los posicionamientos políticos y con ello, la vida interna del partido ha quedado diluida, así como el debate ideológico. Lo realmente importante “el espacio ideológico” ha enmudecido a favor de un modelo presidencialista que lamina cualquier intento de fortalecer la democracia interna.

Lamentablemente, el procedimiento de primarias no ha ayudado a extender la democracia deliberativa en los órganos de decisión, ni ha servido para integrar a las minorías discrepantes en las estructuras orgánicas e institucionales, más bien ha sido utilizada para consagrar al líder y convertir a la militancia en una clase subordinada dependiente. No basta con aseverar: un militante, un voto,  es necesario pero no suficiente para democratizar el partido, sino que se hace necesario establecer mecanismos que garanticen mayores cotas de inclusión en los diferentes ámbitos de la vida orgánica e institucional del Partido.

Igualmente, habría que analizar las causas que propiciaron la pérdida de las elecciones de 1996 y no permitió revalidar un nuevo gobierno de Felipe González. Cierto es que se perdió ante el PP por solo 290.328 votos de diferencia a pesar de lo mucho acaecido durante el periodo de gobierno socialista -renuncia al Programa Máximo, a elaborar una estrategia de tránsito hacia el Socialismo, el  proceso de privatizaciones iniciado con Felipe González y que continua José M.ª Aznar poniendo la propiedad pública de los bienes de producción y servicios en manos privadas o, los escándalos vinculados a la corrupción, tráficos de influencia o extorsión de Estado- lo que hace muy coincidentes a un Partido Socialista y otro conservador.

Quizás estos  hechos propiciaron que en el el 34 Congreso Federal  (junio de 1997) no se trataran las razones de peso por las cuales el PSOE se desplomó en las urnas y dejó de ser el partido de referencia para amplias capas de la sociedad y particularmente, para las clases trabajadoras.


El PSOE ha sido siempre reconocido como el Partido del cambio, de la modernidad, del progreso y de los avances democráticos y sociales y para recuperar el espacio perdido, no podemos dejar de reconocer que existe un amplio consenso social sobre la necesidad de acometer cambios en la forma de ejercer la política y la de definir un proyecto socialista para las clases trabajadoras y la mayoría social centrado en una izquierda transformadora. Máxime cuando corren malos tiempos para las clases trabajadoras en general y particularmente para la militancia socialista, que tras la derrota electoral de 2011 y sucesivas, y a pesar de la tremenda indignación social provocada por las políticas regresivas y antisociales del PP, vemos como el PSOE no solo no recupera la confianza de la ciudadanía, sino que cada día que pasa pierde afiliación, simpatías, votantes y se sumerge en un proceso de degradación y descrédito ante la militancia.

Es lógico que así ocurra porque el Partido no plantea a la sociedad auténticas alternativas al liberalismo imperante, más bien todo lo contrario, hasta facilitar el gobierno la la derecha más corrupta de la democracia española.

La ciudadanía no percibe diferencias entre las recetas del PP y los parches a esas recetas que estamos planteando, observan que hemos perdido la iniciativa política y desconfían porque cuando gobernamos observan complacencia con el ideario neoliberal que debilita nuestra acción política para hacer efectivos nuestros programas electorales y caemos en contradicciones difíciles de asimilar, porque incrementan las desigualdades.  No hacemos en el gobierno lo que se dice que se va a hacer cuando se está en la oposición, mostrando buena cuenta de ello tras los acontecimientos precipitados en el Comité Federal del pasado 1 de Octubre y posterior, en el que es obligado a dimitir, en primera instancia,  al primer Secretario General de la historia elegido por sufragio universal de la militancia y la posterior abstención para favorecer el gobierno del PP.

Da la sensación que las direcciones del Partido desde 2011, han estado y están instaladas en la inacción, en dejar pasar el tiempo, a ver si el tiempo trae soluciones y una nueva oportunidad de gobernar mientras estamos instalados en la que llaman una oposición responsable, para demostrar que somos un partido de gobierno.

Debemos de rescatar la iniciativa política, el tiempo de actuar, de llevar  a cabo todas aquellas reformas y adaptaciones internas que permitan que el PSOE siga siendo una organización útil para las clases trabajadoras y una organización que de respuestas adecuadas a las expectativas de participación y compromiso de la militancia y del conjunto de la ciudadanía.

miércoles, 12 de abril de 2017

PROPUESTAS PARA ORGANIZAR UN NUEVO MODELO DE PARTIDO


El PSOE es un partido marcado por un vasto carácter federalista en su composición y estructura territorial y en sus principios políticos, por lo que hay que aplicar dichos principios a todos los niveles, garantizando que las decisiones y opiniones de las direcciones políticas e institucionales se vayan conformando con las que surgen libremente desde las bases. La democracia orgánica en un partido democrático, no solo se mide por su naturaleza representativa sino también por su carácter participativo y deliberativo formando parte de un todo  indivisible.

Hemos de situarnos en la realidad de los nuevos paradigmas del siglo XXI, con los valores propios del socialismo: el internacionalismo humanista y el respeto universal a la diversidad y a toda la ciudadanía. Para ello, la articulación de una potente ala de izquierdas en el PSOE reequilibraría esos déficit y motivaría a un electorado muy ampliamente alejado de las posiciones  supremas en la dirección del Partido.

Además la actual coyuntura, en la que venimos perdiendo base electoral elecciones tras elecciones, militantes, espacio político en el nuevo espectro social invita a considerar indispensable  una amplia regeneración y transformación que debe abarcar diversos ámbitos, desde la manera de interpretar la política, pasando por la forma de comunicarnos, relacionarnos y contactar con la sociedad, hasta la estructura interna de funcionamiento.

Muchas son las voces que desde dentro y fuera del Partido vienen reclamando una regeneración democrática y la democratización de la estructura de funcionamiento. Nuestra militancia se siente mayor de edad, con mayor capacitad de decisión y reclama con claridad hacerse oír en los órganos de decisión y debate.

El mundo en el que vivimos hoy, nada tiene que ver con el del inicio de la andadura democrática vigente. Hoy en día los modernos medios de comunicación permiten la expresión directa e inmediata de las personas, así como un flujo de información mucho más ágil, amplio, diverso y multidireccional. Estos nuevos medios de comunicación de masas contribuyen a democratizar la expresión y difusión de la palabra, de la opinión, lo que aporta una nueva percepción de la realidad que debe verse reflejada en las estructuras de nuestro Partido. La ciudadanía de hoy, y la militancia socialista no es menos, se ha acostumbrado a expresarse públicamente y a diario y quiere ser oída.

Por otra parte, la corrupción en todos los ámbitos y particularmente en el seno de los partidos, ha generado entre otras, la tendencia a considerarla como un mal endémico a la política que desilusiona, desacredita la acción política y se tiene la percepción de que no forma parte de la solución de los problemas, por lo que se abunda en la desafección social.

La incidencia que la coyuntura histórica en la que nos encontramos tiene sobre el conjunto  de la sociedad, sobre la política como acción transformadora para el bienestar y sobre los partidos como herramientas para mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía, es momento de afrontar con energía y voluntad las propuestas de transformación que debe afrontar nuestro partido para adecuarse a los tiempos, responder a las expectativas de nuestra militancia y del conjunto de la ciudadanía para convertirse en un partido moderno que sea fiel reflejo de la sociedad a la que aspira representar, dirigir y mejorar.

Propuestas:

Desde hace mucho tiempo, la militancia viene demandando el fin del voto delegado en los órganos de decisión, principalmente en los congresos, y para asuntos referidos a la elección de cargos orgánicos principales (secretaría general y candidaturas electorales), así como la toma de decisiones de gran calado, por lo que hay que favorecer que los órganos de dirección del partido a todos los niveles, estimulen el debate democrático abierto a la participación, así como a la necesaria renovación de ideas y de personas.

En los últimos tiempos se han dado pasos en la buena dirección, como la celebración de primarias para la elección de la secretaria general, la candidatura a la presidencia del gobierno y a las municipales en municipios mayores de 20.000 habitantes. Avances que nos han convertido en el partido que más voz ha dado a la militancia de manera real y con garantías, sin embargo no es suficiente porque la militancia ansía más capacidad de decisión y de participación que debe hacerse efectiva, pues es la base y la razón de la existencia y pervivencia del partido. En este sentido, la elección de cargos de representación institucional y orgánicos deben ser elegidos en primarias y listas abiertas, mediante voto individual, directo y secreto de cada militante, reptándose las plazas a la paridad y la juventud.

Garantizar el pluralismo interno y el respeto a las minorías en todos los órganos ejecutivos, deliberantes y de control del Partido. Para  ello se aplicarán formulas de mayoría corregida que permitan integrar la diversidad, teniendo en cuenta criterios de proporcionalidad, para evitar monopolios y exclusiones.

Elección mediante el método de PRIMARIAS de las candidaturas a cargos públicos u orgánicos representativos: Las elecciones primarias internas se deben utilizar para elegir a las personas que deban ocupar la Secretaría General del Partido. Para la presidencia  del Gobierno, y de Comunidades Autónomas y Alcaldías de poblaciones de más de 10.000 habitantes. Han de ser abiertas y a dos vueltas cuando se presenten tres o más candidatos.

En todos los casos, las primarias no deben exigir la presentación de avales de la militancia del censo real de cada ámbito que corresponda en cada proceso, por lo que se hace indispensable una correcta actualización de los censos de militantes y transparencia en el uso de los mismos.

Elección de los cargos de representación orgánica e institucional por el sistema de listas abiertas en las asambleas de cada agrupación con factor de corrección:  Los/as candidatos se autoproponen o son propuestos a las agrupaciones provinciales por sus agrupaciones locales. Luego las agrupaciones provinciales hacen públicas las listas de posibles candidatos/as y finalmente la militancia en sus respectivas agrupaciones los votan a través del procedimiento del voto secreto y en urnas.

Garantizar la participación de la militancia realizando consulta sobre cuestiones fundamentales no contenidas en las resoluciones de los congresos ni en los programas electorales, tales como pactos electorales, modelo territorial, reformas constitucionales, etc. que se pronunciará mediante votación individual, directa y secreta.

Reconocer la pluralidad y diversas sensibilidades internas en el Partido y favorecer la organización de Corrientes de Opinión, para lo que sería preciso dotarse de un Estatuto de las Corrientes de Opinión del PSOE, en desarrollo del Art 4 de los actuales Estatutos Federales del partido y garantizar la presencia con voz propia en los órganos de participación y dirección en los diferentes ámbitos territoriales.

Modificar y flexibilizar los reglamentos de Asambleas y demás órganos de participación y decisión para favorecer el debate político, garantizar la pluralidad, la participación, la información y el control de los militantes y propiciar doble turno de réplicas de la militancia.

Aplicar el principio de incompatibilidad de cargos orgánicos e institucionales en los mismos ámbitos evitando la acumulación y concentración de poder en pocas manos. -Solamente se podrá desempeñar un cargo de dirección orgánica y un cargo de representación institucional. Nada más se podrá pertenecer a una ejecutiva (federal, autonómica, provincial o local/municipal) y a un comité (federal,autonómico o provincial).

Limitación de mandatos, tanto institucionales como orgánicos, a un máximo de 2 mandatos y 8 años. Se establece un límite de dos mandatos o legislaturas consecutivas, para todos los cargos de representación institucional en circunscripciones de más de 10.000 habitantes.

Obligatoriedad de que todos los cargos públicos y orgánicos del Partido rindan cuentas de su gestión ante los órganos que los han elegido y, establecer y regular la capacidad de la propia militancia para revocar los cargos electos aún dentro del período para el que fueron elegidos.

Realización de asambleas abiertas y periódicas, para la militancia y ciudadanía en general, sobre temas de actualidad y de interés social en cada ámbito.

Establecer planes de trabajos periódicos en cada agrupación socialista (Casas del Pueblo) que contengan como mínimo para la militancia y simpatizantes la formación política y el conocimiento de la historia del Partido, así como  que posibilite la participación ciudadana y el desarrollo de actividades para lo que se recomienda, crear en cada Agrupación Local una asociación cultural que lleve el nombre común de “Casa del Pueblo”, abiertas a la ciudadanía progresista, para organizar actividades culturales, de formación, con los jóvenes y con la colaboración de movimientos ciudadanos, ONG’s, asociaciones vecinales, culturales o formativas.

Favorecer la participación de la ciudadanía en la vida del partido mediante un censo de simpatizantes actualizable anualmente. Los simpatizantes tendrían derecho a voto en las elecciones primarias a cargos institucionales y, también derecho a voz para expresar sus ideas, propuestas e inquietudes en el seno del Partido.

Aplicar una amnistía general para todas y todos aquellos/as compañeros/as que han sido sancionados por motivos de conciencia, incluyendo el sobreseimiento y archivo de todos los expedientes que por esos motivos estén en curso actualmente. Las sanciones, a los cargos orgánicos y/o de representación institucional, que la Comisión de Ética y Garantías hubiese decidido su cese y/o expulsión del partido deberá ser previamente ratificada esta medida, para ser efectiva, por los militantes a través de una consulta.

Respecto del modelo de Estado todos los partidos federados de las regiones o nacionalidades o con acuerdos, pactos o protocolos federales con el PSOE, tanto sus organizaciones como militantes, acatarán y defenderán la concepción federal del Estado español.

Los partidos federados de las regiones o nacionalidades o con acuerdos, pactos o protocolos federales, en sus respectivos congresos podrán aprobar lo que consideren adecuado o conveniente en sus normas de organización, en el marco de una relación federal, siempre y cuando no vayan en contra de los estatutos federales.

Los cargos de dirección orgánica y de representación institucional del PSOE y de los partidos federados no podrán tener una relación directa o indirecta, ni sus familiares de primer grado, con aquellas empresas o entidades privadas, sobre las que hubiesen tomado decisiones en un plazo de diez años.

viernes, 7 de abril de 2017

REORGANIZAR EL PSOE PARA RECONSTRUIR LA SOCIALDEMOCRACIA Y LA IZQUIERDA

Nos encontramos en una etapa de la historia donde el neoliberalismo ha impuesto su modelo capitalista y político y ha generado la conciencia colectiva de que es la única alternativa viable para el crecimiento económico y el desarrollo social, desplazando a la izquierda en general y al socialdemocracia en particular del atisbo de alternativa viable ante las desalmadas políticas de la derecha. Lo que nos sitúa en una necesaria reconstrucción ideológica del proyecto socialista y de la izquierda, que debe pasar por recuperar la identidad y los valores históricos del socialismo democrático.

Para ello, parece necesario renovar los equipos procediendo al relevo de dirigentes y adecuar con profundidad el funcionamiento interno del Partido. Pero volveríamos a cometer un nuevo error que nos alejaría de la realidad social, si -con el pretexto de mirar al futuro o hacer un PSOE fuerte y unido desde la visión sesgada de la actual élite dirigente- se impone una fallida salida a la actual crisis política y orgánica e incongruente con el compromiso socialista.

La democracia interna y el funcionamiento orgánico del partido, debe corresponderse con su trayectoria histórica de partido abierto, plural y participativo, donde las diferentes sensibilidades contrastan propuestas y se integran en una decisión adoptada democráticamente, sin que la opinión mayoritaria excluya la integración de las aportaciones minoritarias , al corresponderse con los intereses y propuestas del bloque social de progreso que nos apoya.

En ningún momento, el PSOE debe reconocer ni aceptar liderazgos mesiánicos que suplanten a los principios ideológicos y a los principios democráticos. Las adhesiones y fidelidades personales inquebrantables basadas en intereses diversos, debían desaparecer definitivamente del escenario orgánico y político en el PSOE.

Nuestras carencias internas trascienden hasta la ciudadanía y producen un preocupante desinterés y desconfianza social hacia el Partido y los partidos en general y profundiza en la mala imagen de la política, suponiendo un déficit democrático insostenible y de peligroso alejamiento de la ciudadanía y la militancia. Una organización que renuncia a incidir en su entorno más inmediato o que sea percibida con desconfianza y como parte del problema por la ciudadanía, no tiene sentido y no tiene soporte estatutario en el PSOE. Se trata de devolver la ilusión en un verdadero proyecto de izquierdas a la militancia, simpatizantes  y votantes socialistas y al conjunto de las clases trabajadoras para que éstos vuelvan a sentirse motivados para transmitir las ideas de progreso y cambio hacia su entorno más inmediato.

Se trata por tanto, de la necesidad de ampliar la democracia interna, participativa y deliberativa y, que todos y cada uno de los órganos de dirección recuperen y ejerzan plenamente, con el rigor de la ética, las funciones que tienen encomendadas. Las comisiones ejecutivas no tienen encomendada entre sus funciones el suplantar otros órganos superiores de participación y decisión del partido. La totalidad de los poderes del Partido no deben acumularse en las figuras de las secretarías generales y sus ejecutivas y menos aún, concentrase en la figura de uno o varios candidatos electorales o personas ya elegidas, quienes desde arriba impartirán la verdad absoluta. Las comisiones ejecutivas en sus diferentes ámbitos, deben ser la expresión

jueves, 30 de marzo de 2017

EL PSOE. UN PARTIDO ABIERTO, PLURAL, PARTICIPATIVO Y DEMOCRATICO

Parte del contenido de la ponencia orgánica - Socialismo, ¡el valor militante! - que define cualidades de lo que debe ser el PSOE como instrumento transformador de la sociedad ya que, si las bases dejan  de ser referentes sociales del proyecto socialista, si se adulteran los valores del socialismo democrático, las resoluciones de los Congresos y órganos de decisión y se difuminan las estrategias y objetivos según interese, se prolongará la desafección ciudadana, lo que acarrea su retracción y conduce a permanentes derrotas electorales.

EL PSOE. UN PARTIDO ABIERTO, PLURAL, PARTICIPATIVO Y DEMOCRATICO

Los/as socialista somos parte de la ciudadanía que expresa su decepción por la ausencia de alternativas al retroceso que nos aboca el neoliberalismo económico y político, por ello hemos de recuperar el espacio y credibilidad perdida y  reencontrarnos con los sectores sociales de los que nacen y a los que se dirigen las políticas pensadas desde la izquierda.

Hemos de abordar con determinación nuestras insuficiencias y  resolver los problemas planteados con más democracia. La ciudadanía ademas de tener el derecho de elegir a sus representantes públicos, tiene derecho a participar en la elaboración de las políticas y las direcciones tienen la obligación de respetar los programas electorales y responder de sus actos.

La dignidad de las personas, el progreso colectivo y la justicia social son irrenunciables. Y si una Ley o norma  no resultan ya adecuadas para los intereses colectivos, hay que cambiarlas. Igualmente hay que superar las restricciones impuestas al sistema democrático establecidas hace ya más de tres décadas en la Constitución del 78, sobre las que los diferentes gobiernos del PP han profundizado.

Cambiar la legislación electoral y de toma de decisiones haciéndola más democrática y participativa, con limitaciones de mandatos, listas abiertas, segundas vueltas y referéndum vinculantes, contribuiría a una mayor transparencia institucional, a mejorar la democracia interna en los partidos políticos y a recuperar los vínculos entre representantes y representados.

La militancia socialista con su trabajo y sacrificio, somos los depositarios de una tradición histórica de lucha por la paz, la democracia, la libertad, la justicia social y la igualdad. Hoy mas que nunca, la militancia debe tomar la palabra y romper las barreras internas que restringen la participación. Estamos comprometidos con los valores socialistas y queremos elegir de forma directa y a todos los niveles, a nuestros dirigentes y representantes con claras convicciones de izquierda para un mundo mejor.

Las clases trabajadoras, los intelectuales, el pueblo en general necesitan al PSOE, más PSOE, y solo la militancia, los simpatizantes y los sectores populares de izquierdas son dueño de su destino. Hay por tanto motivos para luchar y para la esperanza, recuperando el potencial movilizador del socialismo democrático para vertebrar la mayoría social de izquierdas. Para lo que es preciso una transformación en profundidad de nuestra organización y activar todas sus potencialidades.

El PSOE debe dejar de ser un partido solo de cuadros y dirigentes y fortalecer su base en el movimiento obrero y la lucha de clases por la igualdad,  la libertad, la equidad y la justicia social, porque somos un partido de masas comprometido con la mayoría social, plural por la emancipación, la transformación y el progreso social.

En consecuencia con ello, la democracia interna y el funcionamiento orgánico tienen que corresponderse con nuestra historia de partido abierto, participativo, donde las propuestas se debatan, se integran y se transforman en decisiones adoptadas democráticamente, sin que la opinión de la mayoría excluya la integración de las minorías internas, pues el bloque social que nos apoya se compone de grupos diversos con propuestas e intereses plurales.

Es un tremendo error orientar el funcionamiento del Partido desde un liderazgo presidencialista y su entorno de centralidad de las decisiones, la acción y los mensajes. Ello impide la iniciativa y la capacidad de propuestas de la militancia y simpatizantes, además de reducir la pluralidad interna del Partido como generadora de ideas, iniciativas y propuestas y nos desconecta de la mayoría progresista y del cambio social.


miércoles, 22 de marzo de 2017

EL PSOE QUE QUEREMOS RECUPERAR PARA REGENERAR LA POLÍTICA

El estallido y perpetuidad de la crisis ha puesto en entredicho todo el proyecto social del Estado de Derecho,  ha causado una enorme regresión y desigualdad en la sociedad y generado mucho dolor entre las clases trabajadoras y más desfavorecidas, también ha puesto de manifiesto ante la ciudadanía muchas carencias o incapacidad de la política para dar una respuesta adecuada y justa. Pero lo peor de todo, es que aceptamos el análisis de la lógica del sistema afirmando que los problemas provienen de los postulados de la propia economía, cuando el problema no es tanto la economía como de las decisiones tomadas por los gobiernos y la carencia de alternativas de transición para el reparto y redistribución de la riqueza, el control social de los medios de producción y un desarrollo más sostenible y equitativo, habiendo alternativa por la izquierda que sitúe a las políticas públicas como impulsoras de progreso económico y social.

Ello ha propiciado que la ciudadanía de diversa procedencia aglutinada en diferentes plataformas, mareas o círculos, etc, manifestara un evidente rechazo no solo a las políticas aplicadas, sino al carecimiento de alternativas que propicia  el sometimiento a los mercados.

Critican que sus representantes políticos no mantengan la coherencia y formulen alternativas sólidas y válidas para el bienestar de todos, descalifican comportamientos de cargos públicos que se aferran a privilegios y eluden el control social que resultan inadecuados en los representantes de la soberanía popular.

Es una llamada de atención que los socialistas no nos podemos permitir y ante la que es indispensable reaccionar desde los valores históricos del socialismo democrático, planteando las alternativas e iniciativas que sintonicen nuevamente con la mayoría social que rechaza privilegios, que piden transparencia y control frente a la imposición de los poderes opacos y de los intereses de los poderosos. Quieren que se aclaren responsabilidades sobre las decisiones y gestiones de las entidades financieras y otros ámbitos causantes de la crisis, reclaman honestidad, ejemplaridad, compromiso y rendición de cuentas a gobernantes y cargos públicos y pretenden acentuar la acción pública y colectiva para transformar la sociedad.

No seremos alternativa creíble sin recuperar el pleno sentido de la política democrática como compromiso ético y cívico con la voluntad general y el bien común, siendo necesaria una profunda rectificación en el ámbito político y orgánico para reiniciar el proyecto socialista, recuperar compromisos con la izquierda para liderar la salida de la crisis, reconstruir el Estado social y democrático que el PP ha destrozado, reafirmar los valores de la igualdad real que supone el  republicanismo y laicismo y plantear un federalismo cooperativo e integrador en la toma de decisiones y de representación en los órganos de participación y decisión interna del partido.

Tenemos que incorporar en la conciencia colectiva de la ciudadanía que para los socialistas, la transparencia y la rendición de cuentas son bases incuestionables de regeneración de la política y por ello, reconstruir el PSOE es cambiar el funcionamiento del Partido y acentuar la democracia interna en el debate y la toma de decisiones, con más autocrítica, confrontación interna de ideas y posiciones, contrastes de alternativas para que desde la pluralidad de sensibilidades y propuestas conformar el proyecto convergente y la estrategia de equipos y liderazgos y para eso deben de jugar un papel indispensables las “casas del pueblo”.

Las fuertes derrotas electorales desde 2011 ponen en cuestión una de las bases principales de la actual Gestora (dirección), -que el PSOE no puede ser solo un partido de cuadros-, sino que debe seguir desarrollándose en/y con su origen obrero y de lucha de las clases populares por la igualdad, la libertad y la justicia social. Esta situación hace  muy necesaria la autocrítica y nos sitúan ante la enorme responsabilidad de reconstruir la socialdemocracia y la izquierda y la recuperación de nuestros valores e identidad, de reformular nuestro proyecto socialista, de renovar equipos, proceder al relevo de dirigentes y de cambiar profundamente el funcionamiento de nuestro Partido para abordar nuevos tiempos, nuevos retos y liderar alternativas de progreso social y económico.


Recuperar la credibilidad de la sociedad en el PSOE, nos debe obligar a actuar en coherencia entre ideología y praxis en la línea de la declaración de principios y valores socialistas, trabajar por la acción transformadora de la política para el bienestar y el progreso de la gente y reconocer que estamos en el umbral de un cambio social con nuevos paradigmas de representación y participación ciudadana, por lo que no podemos estar ausentes de las reivindicaciones que expresan muchos de los grupos y plataformas cívicas, a las que hemos de exponer nuestras iniciativas, sugerencias y en muchos de los casos, trabajar con ellas y asumir sus propuestas.

viernes, 17 de marzo de 2017

Extracto de la ponencia orgánica

Un reflexión necesaria y que ha quedado pendiente para, posiblemente, tener una mínima explicación de la evolución del PSOE hacia un modelo de gestión vertical, donde la oligarquía toma las decisiones sustituyendo la democracia interna participativa y deliberativa del conjunto de los/as socialistas.

Habría que preguntarse si, en los casi 138 años de existencia del PSOE todos los cambios realizados han servido para adecuar su organización a cada tiempo histórico para responder a los requerimientos y a las demandas de la ciudadanía en cada etapa. Y vistos los acontecimientos en los que estamos sumergidos actualmente, con la menor tasa de intención de voto de la historia democrática de España y la mayor división interna entre la militancia y la dirección, parece que la respuesta se orienta hacia que no siempre el socialismo democrático ha sabido entender e interpretar con acierto los hechos históricos de cada época.

Siendo conscientes de que el PSOE ha introducido en su dilatada historia reformas en su organización para introducir listas con representación para las minorías, regular las corrientes internas de opinión y formas de participación sectorial, en celebrar Congresos donde se elige de manera directa y separada la Secretaría General, garantizar la igualdad de género en las normas internas o celebrar primarias para elegir a la persona candidata de la Presidencia del Gobierno. No es menos cierto, que no se han realizado los cambios desde  un  análisis crítico de toda una época. Y por ello estos cambios, que debían haber supuesto la modernización del Partido y por ende de la socialdemocracia, han degenerado en la pérdida de democracia interna, participativa y deliberativa que nos tiene sumidos en la ruptura del reconocimiento de la militancia como unidad básica del socialismo.

En este sentido, hace ya mucho tiempo que en los Congresos no se discute sobre la viabilidad del Socialismo Democrático como proyecto político trasformador, de su capacidad o incapacidad de atraer a la mayoría social de la población. Desde que Felipe González dejó de ser Secretario General en 1997, la deliberación sobre las ideas ha sido sustituida por la búsqueda de liderazgos que marcaran el camino del gobierno y hacer posible el aforismo: “somos un partido de gobierno” y para ello, se ha sorteado la definición y el límite del ideario socialista en beneficio de intereses territoriales y/o personales. Lo que ha llevado a adoptar decisiones verticales en virtud de los intereses de los territorios y sus respectivas “baronías”.

Ha cobrado fuerza la verticalidad en detrimento de la horizontalidad, es decir, la oligarquización en la toma de decisiones ha sustituido a la democracia participativa y deliberativa en los posicionamientos políticos y con ello, la vida interna del partido ha quedado diluida, así como el debate ideológico. Lo realmente importante “el espacio ideológico” ha enmudecido a favor de un modelo presidencialista que lamina cualquier intento de fortalecer la democracia interna.

Lamentablemente, el procedimiento de primarias no ha ayudado a extender la democracia deliberativa en los órganos de decisión, ni ha servido para integrar a las minorías discrepantes en las estructuras orgánicas e institucionales, más bien ha sido utilizada para consagrar al líder y convertir a la militancia en una clase subordinada dependiente. No basta con aseverar: un militante, un voto,  es necesario pero no suficiente para democratizar el partido, sino que se hace necesario establecer mecanismos que garanticen mayores cotas de inclusión en los diferentes ámbitos de la vida orgánica e institucional del Partido.

Igualmente, habría que analizar las causas que propiciaron la pérdida de las elecciones de 1996 y no permitió revalidar un nuevo gobierno de Felipe González. Cierto es que se perdió ante el PP por solo 290.328 votos de diferencia a pesar de lo mucho acaecido durante el periodo de gobierno socialista -renuncia al Programa Máximo, a elaborar una estrategia de tránsito hacia el Socialismo, el  proceso de privatizaciones iniciado con Felipe González y que continua José M.ª Aznar poniendo la propiedad pública de los bienes de producción y servicios en manos privadas o, los escándalos vinculados a la corrupción, tráficos de influencia o extorsión de Estado- lo que hace muy coincidentes a un Partido Socialista y otro conservador.

Quizás estos  hechos propiciaron que en el el 34 Congreso Federal  (junio de 1997) no se trataran las razones de peso por las cuales el PSOE se desplomó en las urnas y dejó de ser el partido de referencia para amplias capas de la sociedad y particularmente, para las clases trabajadoras.

El PSOE ha sido siempre reconocido como el Partido del cambio, de la modernidad, del progreso y de los avances democráticos y sociales y para recuperar el espacio perdido, no podemos dejar de reconocer que existe un amplio consenso social sobre la necesidad de acometer cambios en la forma de ejercer la política y la de definir un proyecto socialista para las clases trabajadoras y la mayoría social centrado en una izquierda transformadora. Máxime cuando corren malos tiempos para las clases trabajadoras en general y particularmente para la militancia socialista, que tras la derrota electoral de 2011 y sucesivas, y a pesar de la tremenda indignación social provocada por las políticas regresivas y antisociales del PP, vemos como el PSOE no solo no recupera la confianza de la ciudadanía, sino que cada día que pasa pierde afiliación, simpatías, votantes y se sumerge en un proceso de degradación y descrédito ante la militancia.

Es lógico que así ocurra porque el Partido no plantea a la sociedad auténticas alternativas al liberalismo imperante, más bien todo lo contrario, hasta facilitar el gobierno la la derecha más corrupta de la democracia española.

La ciudadanía no percibe diferencias entre las recetas del PP y los parches a esas recetas que estamos planteando, observan que hemos perdido la iniciativa política y desconfían porque cuando gobernamos observan complacencia con el ideario neoliberal que debilita nuestra acción política para hacer efectivos nuestros programas electorales y caemos en contradicciones difíciles de asimilar, porque incrementan las desigualdades (privatizaciones, bajadas de impuestos, desregulaciones financieras y laborales, etc): No hacemos en el gobierno lo que se dice que se va a hacer cuando se está en la oposición, mostrando buena cuenta de ello tras los acontecimientos precipitados en el Comité Federal del pasado 1 de Octubre y posterior, en el que es obligado a dimitir, en primera instancia,  al primer Secretario General de la historia elegido por sufragio universal de la militancia y la posterior abstención para favorecer el gobierno del PP.

Da la sensación que las direcciones del Partido desde 2011, han estado y están instaladas en la inacción, en dejar pasar el tiempo, a ver si el tiempo trae soluciones y una nueva oportunidad de gobernar mientras estamos instalados en la que llaman una oposición responsable, para demostrar que somos un partido de gobierno.

Debemos de rescatar la iniciativa política, el tiempo de actuar, de llevar  a cabo todas aquellas reformas y adaptaciones internas que permitan que el PSOE siga siendo una organización útil para las clases trabajadoras y una organización que de respuestas adecuadas a las expectativas de participación y compromiso de la militancia y del conjunto de la ciudadanía, por lo que se hace preciso reconocer la vigencia del Programa Máximo.

El PSOE desde su fundación, siempre tuvo un Programa Máximo, breve pero muy claro, decantándose a favor de una sociedad sin clases, por la propiedad social de los medios de producción y de consumo, para lo cual es indispensable lograr el poder político de la clase obrera.

domingo, 5 de marzo de 2017

Resolución de la 3ª Conferencia política Sevilla 2017

La 3ª Conferencia Política de IS PSOE Andalucía, reunida el día 4 de marzo de 2017 en la Casa del Pueblo de la UGT Andalucía en Sevilla, aprueba la siguiente DECLARACIÓN:

1.- La actual situación económica propiciada por un capitalismo desmedido agrede con enorme virulencia a las clases trabajadoras, a las instituciones democráticas y a la propia soberanía nacional con el único fin de obtener el máximo beneficio, sin tener en consideración cuestiones como la ética o la responsabilidad social.

El viejo paradigma capitalista de obtener beneficios comprando mano de obra barata se ve superado, porque además del trabajo el capitalismo requiere consumo, lo que conlleva a un empobrecimiento generalizado de la sociedad que se verá aún más gravado por el desarrollo tecnológico que sustituye mano de obra humana por máquinas.

Estamos probablemente ante el definitivo agotamiento del modelo  económico capitalista, que cada vez con mayor frecuencia genera periodos de crisis económicas más prolongados teniendo un efecto devastador para los pueblos y el planeta, que se ven sumidos en tensiones permanentes en un contexto de desigualdad, de guerras, de choques culturales y religiosos, de crisis humanitaria, climática y alimentaria y, a lo que la socialdemocracia ni la izquierda han sabido contrarrestar.

Apostamos por reconstruir un socialismo democrático internacionalista con el concurso de otras fuerzas políticas, sociales y los sindicatos de clase que proyecte una transformación sociopolítica en beneficio de la mayoría social y que no se limite a combatir el actual modelo económico para regresar a un modelo capitalista anterior que no acaba con la explotación.

2.- En nuestro País la situación socioeconómica es insostenible para millones de familias trabajadoras. Un gobierno en minoría del PP gracias a la abstención del PSOE, está dando continuidad a las políticas de recortes de derechos y  libertades y amenazando la convivencia entre los pueblos.

El PSOE en su acción política no puede dar cobertura y/o acompañamiento a las políticas del PP, ni ser su cómplice en la legitimación del gobierno corrupto de Rajoy.

La militancia socialista desde la rebelión contra la dirección provisional, la baronía y cierta élite histórica del PSOE demanda que se recupere un genuino socialismo que responda  a las demandas de la mayoría social. Para IS PSOE A esas demandas están contenidas en el NO es NO, que ha representado la más firme oposición a las políticas de los poderes económicos y financieros de los 40 últimos años, por lo que censuramos las concesiones que la oligarquía socialista ha otorgado ante las presiones de la burguesía capitalista, que ha llevado al Partido a la mayor crisis del socialismo de los últimos tiempos y, ha asegurado el gobierno del PP impidiendo un gobierno de concentración de la izquierda.

El NO es No, es un  rotundo “No” a las derechas, supone unas Primarias limpias y un Congreso democrático con participación de las bases y derogar la reforma laboral, la reforma del art 135 de la Constitución, la supresión del art. 315.3 del Código Penal y hacer política para satisfacer las necesidades del pueblo, no la de los poderosos y atender a las aspiraciones de la militancia reafirmando al PSOE como organización de izquierdas.

Compartimos con las Plataformas de Militantes el “NO” a la gran coalición de gobierno, el “SI” a un gobierno de izquierdas y que la misión regeneradora de un proyecto socialista de izquierdas no puede recaer sobre quienes por su acción u omisión, han posibilitado el gobierno de la derecha corrupta del PP faltando a la palabra dada, por lo que comprometemos nuestro trabajo y esfuerzo con aquellas compañeras y compañeros que han mantenido de forma sólida aún a costa de ser sancionados, los principios y valores del socialismo democrático que construyó Pablo Iglesias Posse, que ante la convocatoria de Primarias para elegir a la persona que ocupe la secretaría general y ante las precandidaturas anunciadas, el proyecto que mejor representa los intereses de la mayoría social, las inquietudes de la militancia socialista, el que más se acerca a las posiciones defendidas por IS PSOE para construir un PSOE autónomo de los poderes fácticos, democrático, participativo en la toma de decisiones, de izquierdas e integrador de las diferentes sensibilidades es el proyecto que representa Pedro Sánchez, a quien ofrecemos un apoyo firme y crítico para que el PSOE no sirva de muleta a las políticas burguesas y centre sus esfuerzos en recuperar los derechos  y libertades recortados por las políticas del gobierno del PP.

3.-La Tasa de pobreza en Andalucía se ha situado en el 43,2%, la tercera mayor de España. 3,6 millones de andaluces viven en riesgo de exclusión, de los que 2,99 son pobres y 1,1 millones son pobres de solemnidad según los indicadores AROPE.

Pero lo más preocupante es que desde 2008 la evolución de la pobreza en Andalucía ha sido ascendente año tras año, creciendo un 10,7%. Lo que sitúa a Andalucía en una vulnerabilidad crónica, máxime cuando el PIB desde 2013 ha crecido un 4,48% (6.500 millones de euros).

Estos datos ponen de manifiesto por una parte, que el aumento de la riqueza en Andalucía no se ha distribuido de forma equitativa. Los ricos son más ricos y los pobres son más pobres y que, la acción política del Gobierno de Andalucía no responde a satisfacer las necesidades de las clases más desfavorecidas.

Celebramos estos días el 10º Aniversario del nuevo Estatuto de Andalucía, un Estatuto fruto de la participación social y ciudadana en la que los sindicatos de clase y las organizaciones sociales progresistas orientamos gran parte del Texto para construir una carta de derechos que convirtiera a Andalucía en una Comunidad  intolerante con la pobreza y las desigualdades. Todo ello se ha visto truncado tras la ruptura en 2015 del gobierno de izquierdas que deja pendiente leyes tan trascendentes como la Ley de Agricultura (Banco de tierras). La Ley Carta de Derechos de la ciudadanía. La Ley de renta básica o la creación de una banca pública, entre otras.

La deriva electoral del PSOE A desde 2008, ha dejado al Partido con 769.254 votantes menos, de los que 114.423 corresponden a las elecciones autonómicas de 2015, en la que se presentaba como candidata Susana Díaz, apenas 300.000 votos de diferencia con el PP. 

La centralidad ideológica a la que la actual dirección del PSOE A ha llevado al Partido, la percepción social de que el PSOE A es el instigador de  la crisis interna actual y del peligroso acercamiento a las políticas de la derecha, propician la desconfianza de la militancia y de las clases trabajadoras que cuestionan la viabilidad de un proyecto de gobierno socialista para Andalucía, ante lo que IS PSOE A debe explorar con las diferentes sensibilidades  del partido la posibilidad de construir un nuevo proyecto para la mayoría social de Andalucía.


4.- Ante la convocatoria por parte del Sindicato de Estudiantes  de huelga general en la Enseñanza el próximo 9 de Marzo, desde IS-PSOE Andalucía  mostramos nuestro apoyo y sus justas reivindicaciones:
- Derogación de la LOMCE y el 3+2.
- Devolución de los 7.000 Millones  robados a la pública.

5.- Ante la situación agravada de asesinatos por violencia machista en lo que llevamos de año, desde IS Andalucía, exigimos la inmediata aplicación de la ley integral contra la violencia de género con la correspondiente dotación económica en todos sus ámbitos,  así como el compromiso de todas las fuerzas políticas en firmar  un pacto de Estado contra la violencia hacia las mujeres.

6.- La crisis interna del PSOE tras el fatídico CF de 1 Octubre no ha dejado indiferente a nadie dentro, ni fuera del Partido. Ha propiciado una rebelión espontánea de la militancia quienes como IS PSOE exigían la restitución inmediata de una legítima dirección federal.

La desconvocatoria de la Asamblea General  prevista para febrero pasado no ha posibilitado establecer una posición homogénea ante el trascendental debate para el futuro del socialismo español, ni la elección de la portavocía y componentes de la Comisión Permanente vacantes en la Coordinadora Federal. Por ello, IS PSOE A exige la convocatoria inmediata de la Asamblea General que resuelva tales déficit, en caso contrario, solicitaremos al  resto de territorios la posibilidad de convocar directamente la Asamblea General Extraordinaria.